El viento


—La condición es que cada uno de nosotros debe tener su casa —le dijo ella.

—Como Simone de Beauvoir y Sartre —comentó Balieri.

—Como nosotros dos —mencionó ella.

—A mí me gustaría vivir contigo, ¿al menos podríamos ser vecinos y construir un puente que una nuestras casas, como hicieron Diego y Frida?

—Como nadie. Si nuestro querer le sobrevive a los años y vale el sufrimiento de decirnos enamorados, entonces podrán esparcir juntas nuestras cenizas. Así compartiremos la misma casa: el viento.

De El libro de Balieri, Ed. Baile del Sol 2015